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La información de los resultados de los ataques Kamikaze ha sido desglosada de la siguiente forma: Nombre de la escuadrilla y número de kamikaze, Matrícula y nombre de la unidad alcanzada {hundida, irreparable}, número de kamikaze que la alcanzaron ( ), tipo de aparato [ ], posición {coordenadas}, bajas ocasionadas (Muertos: M, Desaparecidos: D, Heridos: H).

No todos los ataques kamikaze disponen de la información completa, principalmente por la discrepancia i/o ausencia de información de las diferentes fuentes consultadas.

Esta página no ha nacido con el animo de ofrecer un tributo a cualquier táctica suicida.
Sólo pretende ser un dietario histórico de los trágicos acontecimientos iniciados en Filipinas en octubre de 1944
y que se generalizaron hasta la capitulación del Imperio Japonés en agosto de 1945.

La mayoría de los estudios de la Segunda Guerra Mundial (en lengua castellana) no son exhaustivos en este tema
limitándose a comentarios tan poco afortunados, por estar lejos de realidad, como:
"las acciones kamikaze ocasionaron daños irrelevantes al poderío bélico aliado",
"poco aportaron a la resistencia final japonesa".
En cierto modo no pecan a la verdad, pero...
Sólo cuando se procede al estudio, más o menos detallado, de las acciones kamikaze se aprecia el enorme sufrimiento
que causaron, tanto a las fuerzas navales aliadas (principalmente estadounidenses) como a las propias familias de los pilotos suicidas japoneses.

El sentimiento que llevó a estos pilotos a aceptar las tácticas suicidas es tan complicado como simple.
1- La muerte segura, por inferioridad técnica y numérica ante la aviación aliada, en un ataque convencional.
2- El espíritu de un pueblo guerrero que no admitía la derrota
Lo cierto es que aquélla locura realmente sólo puede entenderse bajo la presión de los acontecimientos de aquélla época
y si bien hay una cierta similitud con los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 sobre las torres gemelas,
no hay que olvidar que la realidad es bien distinta, por época y tipo de ataque:
La filosofía de las fuerzas kamikaze japonesas era estrictamente militar, atacar a civiles indefensos era un deshonor
para los pilotos suicidas. Dentro de la locura irracional de la guerra fueron en su mayoría caballeros idealistas.
Es realmente lamentable que occidente, y el mundo en general, insista en su terco empeño de no aprender de la historia.
De haberlo hecho, posiblemente, las torres gemelas continuarían acariciando el cielo. Por no mencionar
el incontable número de ataques suicidas árabes contra objetivos civiles...

Insisto, nuevamente, en INDICAR que esta página únicamente es un estudio histórico.
Y como tal ha de ser entendida. No admitiendo bajo ningún concepto cualquier aproximación a la apología
suicida terrorista que en estos tiempos nos toca vivir.

11 / 03 / 2004
En Memoria de las almas inocentes
sesgadas por la intolerancia radical.

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