K A M I K A Z E
VIENTO DIVINO
VIENTO DE MUERTE
LO QUE NUNCA
OCURRIÓ
LA FLOTA DE ASALTO LIGERO (EL ATAGO Y LOS CRUCEROS DE BATALLA CLASE HIZEN)
El presente trabajo ha nacido de la
imaginación del responsable de Viento
Divino, Viento de Muerte. Indirectamente
impulsado por las páginas web dedicadas al ¿Qué hubiese pasado si...?
y especialmente por diversos artículos de los compañeros de 1939-1945
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL que han lanzado al aire la imaginación del que
esto escribe, ya de por sí en vuelo permanente. Nada de lo descrito sucedió,
todas las imágenes han sido modificadas para dar mayor consistencia al relato
que sigue a continuación.
Los cruceros de batalla de la
clase Hizen (Hizen-Hida-Harima) nacieron como una
continuación natural de la serie Kongo, siendo los inspiradores de los
estudios previos de la serie Akagi que nunca entro en servicio como
acorazados por las restricciones impuestas a los japoneses en el tratado de
Washington, entraron en servicio en 1933 con una misión prioritaria: batir a
los cruceros de batalla británicos. Concretamente al Hood.
No obstante su escasa protección, inferior a la de los Kongo, fue un
constante caldo de polémica dentro de la Rengo Kantai. Ni su alta velocidad,
superior a los 35 nudos, convenció al estado mayor de la
marina. La profunda reconstrucción efectuada entre 1940 y 1941 no mejoró su
fama, los graves problemas de consumo de combustible lejos de mejorarse se
acrecentaron: 3.800 millas a 16 nudos y 900 millas a 35 nudos. Una buena parte de almirantes
presionaron a Yamamoto para que fueran reconstruidos como portaaviones.
Presiones que se incrementaron desde el momento que el Bismarck hundió
al Hood. Pero los Hizen contaban con una protección celestial. El
emperador Hiro Hito.
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1941, el Hida con el Mutsu y el Kaga al fondo |
Hiro Hito había
efectuado una corta travesía en el Harima en 1936 y había quedado
prendado, su velocidad máxima (35,25 nudos) y la potencia de fuego, doce piezas
de 406 mm, embelesaron al emperador. De eso se encargó un viejo conocido suyo,
el por entonces contralmirante Ooishi Mitsutaka. Las maniobras navales se
centraron en el ataque al tráfico mercante, tal y como efectuaran los corsarios
alemanes durante la primera guerra mundial, Ooishi se preocupó de que
resultaran un completo éxito... y lo consiguió.
Hiro Hito se interesó vivamente por los tres cruceros de batalla, influenciado
por las continuas visitas a palacio de Ooishi, en julio de 1941
"pidió" a Yamamoto la creación de una escuadra dedicada
exclusivamente al ataque del tráfico mercante formada como mínimo por los tres
Hizen. Yamamoto consideró aquella petición no sólo como una clara
intromisión de Ooishi, si no como una enorme equivocación. Pero no se
enfrentó al monarca. "Eran unidades prescindibles -dijo al final de
la guerra-, y ahora me alegro de ello".
¿Quién era Ooishi Mitsutaka? ¿Por qué el almirante Yamamoto Isoroku no se enfrentó a él?.
Ooishi Mitsutaka tenía 56
años cuando estalló la guerra, había participado en la batalla de Tsushima
como alférez en uno de los contratorpederos de la formación del almirante Dewa.
Durante la primera guerra mundial formó parte de la escuadra nipona enviada al
Mediterráneo al mando de uno de los destructores. En 1918 fue promovido a
capitán de fragata. En 1927, ascendido a capitán de navío, siendo el ultimo
comandante del crucero acorazado Mowaki. En 1931 fue ascendido a
contralmirante tomando el mando del Hizen cuando el crucero acorazado
aún estaba en grada. En 1938 fue trasladado al portaaviones Atago, que
junto al Owari formaba la nueva 3ª koku sentai. El casco del Atago, inicialmente
gemelo del Akagi, había sido gravemente dañado durante el terremoto de
1923 y se
dudó durante unos meses si finalizar los trabajos o desguazarlo tal y como
sucedió con el Arima. Finalmente en 1937, roto el tratado de Washington,
el portaaviones fue finalizado manteniendo el proyecto original sin tener en
cuenta las extensas modificaciones a las que estaba siendo sometido su hermano.
El Owari
fue un intento de mejorar el Ryujo, aumentando la eslora hasta los 209 metros y la cubierta de
vuelo hasta los 181 metros. El número de aparatos operacionales ascendió a 55
y el desplazamiento alcanzó las 18.700 toneladas. Pero un error en el diseño
provocó una acusada inestabilidad con mar picada que nunca pudo ser subsanada.
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El Owari en 1940, la similitud con el Ryujo es más que evidente. |
Las intensas pruebas efectuadas en ambas unidades, así como las interminables
puestas a punto de las máquinas del Atago, no fueron del agrado del estado mayor y consideraron a las dos
unidades como inapropiadas para el combate. Los astilleros nipones habían
iniciado la construcción de la serie de portaaviones Shokaku (Shokaku,
Zuikaku, Toukaku, Junyo e Hiyo), finalizaban los
trabajos de los súper acorazados tipo Yamato y junto con la
reconstrucción de los acorazados clase Fuso y clase Ise se
encontraban al punto del desbordamiento. Se consideró que por el momento era
una perdida de recursos inaceptable reconstruir al Atago y al Owari
y el 8 de enero de 1940 pasaron a situación de reserva formando la 6ª koku
sentai destinada al adiestramiento de pilotos y marinos. Ooishi montó en
cólera, tomándoselo como una ofensa personal inició una cruzada para
salvarlos, había sido el comandante de la 3ª koku sentai
hasta el 12 de noviembre de 1939, fecha en la que fue promovido a vicealmirante
y retomó el mando de los Hizen para supervisar las reformas a las
que iban a ser sometidos, y durante el año escaso de su mandato había
conectado plenamente con ambas unidades. Pero sus intenciones iban más allá de
las sentimentales, principalmente eran estratégicas.
Ooishi era un experto en la guerra al tráfico mercante, conocía las graves
carencias del Atago y el Owari pero sabía que junto a sus tres Hizen
la escuadra resultante seria lo suficientemente equilibrada como para resolver
cualquier situación comprometida, no habría escolta que se resistiese a la
potencia combinada de los ataques aéreos y la artillería de sus cruceros de
batalla. En julio de 1941, cuando consiguió la aprobación de la creación de
su Fuerza ligera de asalto no le costó mucho englobar a la 6ª koku sentai.
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El Harima a 35 nudos en
1940 tras su primera reconstrucción. |
Desde ese momento Ooishi dejó
de ser una preocupación, o más bien una molestia, para Yamamoto Isoroku que en
esos momentos necesitaba dedicar toda su atención en los preparativos para el
inminente estallido de la guerra. Ooishi lo sabía y como buen diplomático desapareció
de escena concentrándose en el adiestramiento y cohesión de su flota. Hasta la
primavera de 1942, cuando el rodillo bélico japonés se encontraba en su
máximo explendor.
Yamamoto había augurado que Japón podría podía mantener la iniciativa
durante el primer año de la contienda, si las victorias se sucedían podrían
ganar la guerra obligando a los Estados Unidos a aceptar una rendición honrosa.
Y hasta el momento sus predicciones se estaban cumpliendo al pie de la letra.
Midway y Hawai atraían su estrategia como un potente imán, era imperativo
apoderarse de ambas para imponer sus condiciones y finalizar la guerra antes de
que el gigante americano despertase de su letargo. Para ello antes debía de
cerrar el oeste, no quería sorpresas y para eso se envió a Nagumo al Índico
en Abril de 1942. Nagumo consiguió un gran triunfo al hacer huir a los
británicos hasta las costas africanas, pero no las aniquiló, la Eastern Fleet
al mando del vicealmirante Somerville aún era operativa y era una seria amenaza
que no podía pasarse por alto. A finales de Abril el alto mando de la flota
japonesa efectuó una acalorada conferencia para debatir los siguientes
objetivos. Yamamoto fue claro, no habría victoria si las Hawai no eran tomadas,
por tanto en Diciembre de ese mismo año deberían de ser atacadas. El
vicealmirante Nagumo se opuso abiertamente a un nuevo ataque a Pearl Harbour al
considerarlo un acto suicida y puso encima de la mesa su dimisión esperando que
con esta presión Yamamoto saliese perjudicado. Pero lo único que consiguió
fue que ésta fuese aceptada, siendo relegado al mando de la 4ª koku sentai
(portaaviones Ryujo, Zuiho y Shoho). El vicealmirante
Yamaguchi pasó a ser el comandante en jefe de la 1ª Flota Móvil (1º, 2º y
3º koku sentai). El estado mayor intentó minimizar la gravedad de la
situación argumentando que la decisión de Yamamoto era consecuencia de la
operación "MO" ya que el éxito de la misma requería de su máximo
estratega, Nagumo, y que la 1ª Flota Móvil necesitaba de reparaciones y una
extensa puesta a punto para las futuras operaciones que se iniciarían en breve.
El 30 de Abril Yamamoto fue llamado ante el emperador. La entrevista con el
monarca fue breve, sabía lo que Ooishi andaba buscando y por una vez se
ajustaba a las necesidades del momento, lejos de convertirse nuevamente en una
molestia ahora el testarudo y persistente vicealmirante le serviría de
utilidad: cerraría definitivamente la puerta de oeste.
El 2 de Mayo de 1942 la 1ª Flota Ligera de Asalto zarpó de Sasebo con rumbo a
Singapur. El momento largamente esperado había llegado.
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El Hizen a máxima velocidad durante la incursión al Océano Índico de 1942 |
Durante la travesía Ooishi no
perdió el tiempo y no dio ni un momento de descanso a las tripulaciones
sometiéndolas a continuas y exhaustivas maniobras. A pesar de la falsa
apariencia de comandar una flota de palacio, con todos los adjetivos despectivos
que conllevaba la irónica denominación, Ooishi era un comandante capaz y
severo. Personalmente había fomentado el desprecio que sentía el resto de la
flota sobre sus barcos, pues era consciente de que si su propia gente lo
menospreciaba más aún lo harían sus enemigos y eso era un punto a su favor a
la hora de entablar un combate.
Y aún escondía un as en la manga, un regalo especial de sus admirados
corsarios germanos...
En Mayo de 1940 el crucero auxiliar alemán Odin fue escoltado por tres
destructores japoneses, pertenecientes a la agrupación de Ooishi, desde más
allá de Vladivostok hasta las Filipinas, el comandante del corsario, Ernest
Krügger, entabló una cordial relación con el vicealmirante. En Agosto de ese
mismo año el Odin se vio forzado a regresar al Japón, sorprendido por
un fuerte temporal ante las costas de Okinawa embarrancó en la pequeña isla de
Kutaka Shima, al sur de Nakagusuku Wan. Los violentos golpes de mar desgarraron
el casco del corsario perdiendo los alemanas toda posibilidad de salvarlo. El
destino quiso que por aquellas fechas el Harima, con Ooishi abordo, se
encontrara efectuando unas pruebas de artillería ante Zampa
Misaki, en cuanto conoció la noticia arrumbó a toda máquina hacia la
zona para prestar toda su ayuda a los supervivientes. Durante toda una semana el
Harima se mantuvo junto al inerte Odin permitiendo a Krügger y a
sus hombres recuperar material, códigos y todo aquello que podía interesar a
sus enemigos. A cambio recibió, sin el consentimiento de Berlín lo que
posteriormente estuvo a punto de costarle un consejo de guerra a Krügger, un
presente especial: Dos nuevos telémetros Zeiss embalados en la bodega
destinados al Admiral Scheer que se encontraba efectuando su exitoso
crucero contra el tráfico aliado.
Ooishi guardó el presente únicamente para su flota, en Marzo de 1941 las
pruebas del "ingenio germano" efectuadas en el Hizen fueron tan
satisfactorias que dedicó todos sus influencias diplomáticas, y parte de su
fortuna, en copiarlos con el máximo secretismo posible, para ello no
dudó en implicar a la familia imperial. Para cuando las primeras bombas caían
sobre Pearl Harbor los tres Hizen y el Atago disponían de los
radio telémetros, finalmente en Febrero de 1942 decidió comunicar el secreto a
Yamamoto. El gran almirante amonestó de una forma muy sutil a Ooishi
agradeciéndole las molestias que se había tomado en verificar la utilidad de
los telémetros alemanes y el confidencialismo con el que había acometido las pruebas.
Para cuando la 1ª Flota Ligera de Asalto
navegaba hacia Singapur el Yamato y los cruceros Chokai y Chikuma
embarcaban los primeros prototipos estándar para la Rengo Kantai. Aún así
Yamamoto, dejando claro quien mandaba en la marina, exigió que personal de su
confianza embarcase con Ooishi para verificar y conocer al máximo las ventajas
de los radio telémetros alemanes. Ooishi no se mostró muy conforme, pero
acató la orden, sabía que su suerte podía girarse al haber jugado tan fuerte
y que Yamamoto le dejaría hacer siempre y cuando los intereses generales no
entrasen en confrontación.
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Marzo de 1941, el puente del Hizen con los telémetros Zeeis |
La operación "MO"
estaba en marcha, Ooishi supuso que permanecer en Singapur más tiempo que el
deseado podía acarrearle consecuencias nefastas para sus intereses
particulares. Si los estadounidenses conseguían frenar el avance japonés él
podía ser llamado para auxiliar a Nagumo, y su enemista personal prevaleció
sobre los intereses generales del imperio. El 3 de Mayo, coincidiendo con el
ataque japonés a Tulagi, zarpó a toda velocidad hacia Java, al anochecer
cruzaba el estrecho de la Sonda y antes de despuntar el nuevo día se adentraba
en el océano Índico en medio del más absoluto silencio radiofónico.
El 7 de Mayo, a 200 millas al oeste de Ceilán, llegaron los primeros informes
de las acciones aéreas en el mar del Coral, no eran muy clarificadores pero
daban a entender que se habían saldado con una nueva victoria para el mikado y
que Nagumo había muerto en el transcurso de la cruenta batalla. Ooishi no
ocultó su satisfacción ante la noticia de una nueva victoria, arengó a los
miembros de su estado mayor exigiendo el máximo de hombres y máquinas para
ofrecerle una victoria al emperador, y un merecido honor a la Flota Ligera de
Asalto. El contralmirante Ogawa Juichi, al mando de la división de cruceros
ligeros, escribió en sus memorias que Ooishi parecía más eufórico con la
noticia de la muerte de Nagumo que con la de la victoria sobre las fuerzas
estadounidenses:
"Ambos eran viejos samuráis, fieles al código del bushido, pero cada cual pertenecía a una escuela
diferente y sus estilos de lucha estaban confrontados, ninguno de los dos
intentaba disimular su aversión hacia el otro. No dudo en pensar que aquel 7 de
Mayo Ooishi sintió un enorme alivio al conocer la muerte de uno de sus más
acérrimos detractores".
Finalizada la reunión, a las 08:00 horas, despegaron seis "Kate"
del Owari y seis "Val" del Atago para
efectuar el primer barrido contra el tráfico mercante británico. La búsqueda
fue estéril y los doce aparatos regresaron a sus portaaviones sin nada que
informar. Durante las siguientes jornadas la situación no mejoró, ni una sola
estela a la que seguir, ni un penacho de humo en la lejanía, el más absoluto
vacío acompañaba a los pilotos de principio a fin. A cada nuevo amanecer la
sensación de que la
incursión de Nagumo del mes anterior había ahuyentado definitivamente a
los británicos de la zona se acrecentaba. El fantasma del su enemigo reía desde el fondo del
mar, comenzaron a circular rumores de que la falta de objetivos era una peculiar venganza del "héroe" de
Pearl Harbor y Ooishi tomó una decisión que a muchos les pareció una clara
invitación al suicidio. El 11 de Mayo ordenó arrumbar hacia el punto de
encuentro con el grupo de aprovisionamiento, que se encontraba a 80 millas al
este de su área de operaciones, y prepararse para efectuar un barrido hacia el
norte hacia las rutas de los convoyes vía Canal de Suez-Australia-Nueva
Zelanda. El contralmirante Fuwa Kiyoshi, comandante de la 6ª koku sentai,
objetó las órdenes argumentando que lo mejor sería adentrarse más al oeste y
atacar el atolón de Addu, en las Maldivas meridionales a 600 millas de Ceilán,
en donde se suponía que se encontraba la Eastern Fleet de Somerville. Ooishi no
entró en conflicto con su subordinado, haciendo prevalecer su autoridad
agradeció el punto de vista de Fuwa ordenándole que el estudio de un posible
ataque a Perth. La idea era tan descabellada como temeraria, pero cumplía un
propósito: mantener a sus hombres ocupados en un ataque que ni él mismo
consideraba factible.
Sus intenciones eran otras, pero por el momento no estaba dispuesto a
compartirlas con nadie que no fuera de su estado mayor. Fuwa Kiyoshi estaba
equivocado, la Eastern Fleet se había trasladado hacia las costas africanas en
una retirada estratégica, el 8 de Mayo los británicos desembarcaron en Diego Suárez,
Madagascar, la información era algo confusa pero Ooishi daba por sentado que
los buques Somerville habían apoyado la operación. Algo había que hacer para
traerlo de vuelta al océano Índico.
Durante una semana no hubo
noticias de la 1ª Flota de Asalto Ligero. Yamamoto se encontraba apunto de
zarpar hacia Midway y el silencio de Ooishi comenzaba a inquietarle, aún había
muchos detractores de la "Flota de Palacio" y lo que menos necesitaba
era ser presionado cuando estaba iniciando la operación más crucial desde el
inicio de la contienda.
El 26 de Mayo, tres días antes de que Yamamoto zarpase hacia Midway, una
noticia revolucionó el Japón: Los australianos anunciaban la perdida de un
convoy de veinticuatro mercantes a manos de una agrupación de acorazados
japoneses.
24 de Mayo de 1942, 17:40
horas.
Un "Kate" del Owari regresa tras una larga misión de
reconocimiento. Siguiendo las instrucciones del jefe de estado mayor de la 1ª
Flota de Asalto Ligero, el contralmirante Shugahara Akifumi, el silencio
radiofónico es total y los exploradores aéreos sólo pueden romperlo en el
caso de descubrir una flota de combate enemiga con portaaviones. El piloto salta
de la carlinga dirigiéndose raudo hacia las escalinatas que conducen al puente
de mando, bajo la cubierta de vuelo, para informar personalmente al comandante
del navío, el capitán Nakasugi Shigeo. La larga y tediosa espera finalmente ha
dado sus frutos, un convoy británico de una veintena de buques ha sido
descubierto a 250 millas al este de la posición de la flota.
Siguiendo el plan preestablecido la flota se divide en tres grupos al anochecer:
El Atago y el Owari con seis destructores en retaguardia como
fuerza de cobertura, los destructores Wakaba y Nenohi como fuerza
avanzada de alerta 40 millas por delante de los portaaviones, la fuerza de ataque con Ooishi al
mando engloba a los tres cruceros de batalla y los tres
cruceros ligeros. Esta última navegará a máxima velocidad durante la noche para situarse
por la proa del convoy antes de despuntar el alba.
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Un Val de Atago despegando el 25 de Mayo |
El 25 de Mayo se inició con una leve marejada que mantuvo en estado de alerta a la
tripulación del Owari, sus problemas de estabilidad amenazaban con
impedir el lanzamiento de sus aparatos, el contralmirante Fuwa se encontraba con
el dilema de utilizar sólo los aparatos del Atago y mermar
considerablemente la capacidad ofensiva cuando desde el Owari se avisó
por semáforo "listos para el lanzamiento", a las 07:00 horas 10 Reisen,
10 Val y 30 Kate cerraron formación sobre la 6ª koku sentai
tomando ruta de intercepción hacia el convoy. Aproximadamente media hora más
tarde el Hizen y el Hida se habían colocado entre el convoy y
Australia, mientras que el Harima y los cruceros ligeros del
contralmirante Owara cerraban la tenaza planeada por Ooishi desde noroeste.
El comodoro M.L. Lamp, comandante de la fuerza de protección, se
encontraba destacado a 10 millas por la proa del convoy con el crucero pesado Berwick y los ligeros Argonaut y Bermuda.
La tarde anterior un contacto esporádico en el radar (el "Kate"
del Owari) del Argonaut le había llevado a sospechar de la
presencia de un corsario germano acechando presto a realizar un ataque nocturno
y durante toda la noche lo había estado buscando sin resultado. A las 07:50
horas el radar del Berwick detectó la presencia de dos contactos a unas
doce millas al levante, M.L. Lamp supuso que había dado con el corsario y
ordenó dirigirse a toda máquina hacia él. A las 08:20 horas quedó perplejo
ante la visión de dos lejanas siluetas identificadas como dos acorazados del
tipo Kongo, a partir de ese momento los acontecimientos y situaciones
adversas para los británicos se sucedieron con extrema rapidez. A las 08:23
horas, aún sin saber muy bien como actuar, Lamp recibió un mensaje de alerta
del convoy que le dejó consternado: "Atacados por cruceros corsarios,
acudan de inmediato". El Argonaut y el Bermuda viraron en
redondo mientras el Berwick se interponía a los dos Kongo. Justo
en ese momento la formación de cruceros fue ahorquillada por la primera salva
del Hizen seguida por la del Hida que alcanzó de pleno al Bermuda
con dos proyectiles de 406 mm que le destrozaron las torres proeles. El Argonaut
fue acariciado por la segunda salva del Hizen, un proyectil atravesó de
lado a lado el casco y detonó sobre el agua y la honda expansiva le produjo una
considerable pérdida potencia. Ahora le tocó el turno al Berwick, las
torres popeles de los cruceros de batalla llevaban rato centrándolo y
finalmente habían hablado. Lamp comenzaba a preguntarse contra qué buques
realmente estaba luchando cuando la salva conjunta alcanzó de pleno al crucero
pesado. El Berwick desapareció bajo una docena de inmensos géiseres, la
honda expansiva arrancó el mástil y la metralla desintegró la dirección de
tiro causando una auténtica carnicería entre el personal de cubierta y el
puente de mando. Lamp fue herido en el hombro, perdiendo momentáneamente el
conocimiento, fue trasladado a la enfermería y el mando fue tomado por el
capitán S. Miller. Por si no había bastante con lo que estaba sucediendo un
nuevo mensaje del convoy enviado por el destructor Norway, recibido a las
08:30 horas en el Argonaut, desalentó aún más a los presionados
cruceros: "Ataque aéreo, repito ataque aéreo. Solicito orden para
dispersar el convoy".
Mientras tanto en el puente de Hizen Ooishi no se despegaba de sus
prismáticos sin articular palabra alguna, el capitán
Toshima Isoruku se sentía observado por el vicealmirante y no pudo
evitar un alarido de satisfacción cuando la cuarta salva de las torres proeles
alcanzó de lleno a uno de los cruceros ligeros. El Argonaut acababa de
dar un giro completo a toda máquina para descentrarse de las salvas del Hizen
cuando los seis proyectiles de 406 mm agujerearon el casco provocando una
dantesca explosión que desintegró la proa, el crucero no aminoró la marcha y
toneladas de agua irrumpieron en su interior engulléndolo todo, en menos de dos
minutos desapareció bajo las aguas. el Bermuda no tardó en seguirlo, su
velocidad había descendido a los 18 nudos y a duras penas podía maniobrar para
zafarse de las salvas que lo ahorquillaban cuando el Hida le alcanzó por
segunda vez provocándole dos grandes agujeros en la línea de flotación y destrozando
la sala de máquinas, el crucero quedó al garete siendo presa
fácil de los artilleros japoneses. El sentenciado crucero fue blanco de no
menos de doce proyectiles de 406 mm y una veintena de 140 mm, convertido en una
tea escoró y volcó dejando la obra viva apuntando al Sol. Eran las 08:43
horas, el capitán Miller ordenó avante al máximo para acortar distancia sobre
lo que él identificó como el Hiei y el Kongo, desconocía las
noticias recibidas en el Argonaut y pretendía interponerse a toda costa
entre ellos y el convoy. Ooishi estaba ansioso por alcanzar el convoy antes de
que su dispersión le obligase a gastar más combustible del previsto, con una
breve orden informó al Hida que se encargase del crucero pesado
británico y se alejó a toda máquina sin prestar atención a las salvas del Berwick
que invariablemente caían cortas. Durante tres cuartos de hora Miller logró
esquivar los aullantes proyectiles japoneses, pasadas las 09:30 horas Lamp
regresó al puente para retomar el mando, pero apenas se había hecho cargo de
la situación cuando la salva de máquinas fue alcanzada y el crucero se detuvo
en seco. Lamp observó consternado como la silueta del acorazado se agrandaba,
un nuevo fogonazo, escuchó el cortante silbido de los proyectiles rasgando el
aire y seguidamente una fuerte sacudida que le derribó sumiéndole en la
oscuridad. Los telémetros Zeeis demostraron plenamente su valía con aquella
última salva, la superestructura del Berwick quedó convertida en un
amasijos de acero retorcido, las torres proeles de 203 mm salieron despedidas
coronando una inmensa bola anaranjada que se alzó furiosa desde el
interior del crucero, la obra viva quedó desgarrada sentenciando
definitivamente al Berwick, antes de que se diese la orden de
abandonar el barco la banda de estribor ya estaba
completamente sumergida.
Cuando el Hizen alcanzó el área del convoy ya no quedaba presa
alguna que reclamar, el ataque conjunto iniciado a las 08:23 había sido
un completo éxito, los británicos habían perdido dos destructores,
dos fragatas de la agrupación de escolta y la totalidad de los buques
del convoy, tres de ellos apresados por el Harima, a cambio de ligeros daños en el crucero Minase,
alcanzado por dos proyectiles de 127 mm, y la pérdida de dos Kate.
El océano estaba salpicado de una infinidad de botes salvavidas,
mientras el Suzuka y el Otanase perseguían a los
destructores supervivientes Ooishi decidió recoger el máximo de botes
del convoy y ordenó al Hida que hiciese lo propio con los de los
cruceros de Lamp. Anochecía ya cuando se ordenó suspender la
operación y arrumbar al norte. Quedaban aún botes por recoger que
fueron dejados intencionadamente para que al amanecer fueran rescatados
por los destructores británicos que habían escapado de la masacre. Su
testimonio serviría para forzar el regreso de Somerrville y Ooishi no
se equivocó.
El premier W. Churcill montó
en cólera la conocer la noticia de la pérdida del convoy, no por el cargamento
en sí ya que sólo seis de los mercantes almacenaban material de guerra
crucial, destinado originalmente al África de Norte y desviado a Australia ante
un hipotético desembarco japonés el resto era escaso valor y su pérdida poco
importaba, el verdadero problema era que Tokio había conseguido aislar
Australia con aquella victoria y no estaba dispuesto a permitirlo. El 27 de Mayo
Somerville se disponía
a regresar a Alejandría con el Indomitable cuando recibió un duro
despacho del premier instándole a cazar a "los malditos corsarios
japoneses". Al día siguiente los buques de Albión abandonaban las costas
de Madagascar adentrándose en el océano Índico sin saber muy bien ante que se
estaban enfrentando.
La información que disponía el Almirantazgo británico hacía referencia a una
agrupación japonesa compuesta por dos acorazados tipo Kongo y dos
cruceros tipo Nagara, todos los portaaviones japoneses estaban en un
punto no definido del Pacífico central y en Japón, basándose en informes
americanos, se encontraban el Atago y el Owari sometidos a
reparaciones ocasionadas por el raid de Dolittle, otras informaciones señalaban
la presencia de dos porta hidroaviones al sur de Java el 20 de Mayo, si eran
ciertas las noticias recibidas de un ataque aéreo contra el convoy lo más
seguro era que fueran hidroaviones y no aviones embarcados. Nada a lo que no se
pudieran enfrentar los "Albacore" del Indomitable y el Illustrious.
A primeros de Junio la flota británica había rastreado el océano sin
encontrar indicio de la presencia de los corsarios nipones, Somerville comenzaba
a plantearse la posibilidad de abandonar ante una más que probable retirada
japonesa cuando en el puente del Indomitable se recibieron dos alarmantes
noticias, la primera hacía referencia de una dura batalla aeronaval en Midway
con un resultado incierto para la U.S. Navy, la segunda era algo más
esperanzadora: un mercante de bandera brasileña informaba de la presencia de
buques sospechosos a 450 millas al sureste de la flota británica. Para
Somerville la caza estaba a punto de finalizar.
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Abril de 1942, el Atago
con parte de su dotación aérea en cubierta |
¿Qué había estado haciendo Ooishi desde el 26 de Mayo?. La mañana del 27 había trasbordado todos los prisioneros a los tres mercantes apresados despachándolos a Java con una dotación de presa y un informe exhaustivo del encuentro del día anterior para el alto mando de la marina. Los depósitos de los cruceros de batalla estaban bajo mínimos y una vez que los mercantes descendieron tras el horizonte se dirigió al encuentro del grupo de aprovisionamiento, anochecía ya cuando se les unieron el Atago y el Owari y una vez reunida toda su flota Ooishi Mitsuaka cambió nuevamente de rumbo hacia el sur para desaparecer de la zona y dar la sensación de que había regresado al Japón. Los problemas comenzaron a inquietarle desde ese mismo instante el mal tiempo acosó a la 1ª Flota Ligera de Asalto, el Owari acuciaba los problemas de estabilidad y cada día sus mecánicos debían reparar no menos de tres o cuatro aparatos averiados por los fuertes bandazos que a más a más zarandeaban sin descanso a la tripulación. El alto consumo de combustible comenzaba a ser preocupante y la posibilidad de abandonar la acción comenzaba a vestirse de lógica si no quería comprometerse innecesariamente. El 3 de Junio reunió a sus almirantes en el Hizen, todos coincidieron en no prolongar el crucero y retirarse momentáneamente a Java antes de volver a la acción. Ooishi accedió a regañadientes y el 5 de Junio dio la orden de arrumbar al noreste destacando por delante los tres cruceros de batalla, escoltados por los destructores Wakaba, Ayanami y Nenohi para repostar el día 7 antes de iniciar el regreso.
7 de Junio de 1942, océano
Índico, 09:58 horas.
En el puente del Indomitable se recibe la ansiada noticia: uno de los "Swordfish"
de reconocimiento informa del avistamiento de tres penachos de humo, un
cuarto de hora más tarde el aparato repite la transmisión: Dos grandes buques
de guerra rumbo noroeste a 380 millas de la Eastern Fleet. Somerville se lanza
sobre el mapa de operaciones y efectúa un rápido cálculo de las posibilidades
de lanzar de inmediato un ataque con los "Albacore", el
contralmirante D.W. Boyd lo desaconseja, primero hay que recuperar los aviones
en misión de reconocimiento que se encuentran al límite de su radio de
acción, acortar distancias y efectuar un nuevo barrido para evitar sorpresas
desagradables. Somerville accede pero ordena a los acorazados del contralmirante
Syfret, a 60 millas de la proa de los portaaviones, avante al máximo rumbo norte
para cortar una posible retirada japonesa y preparares para un posible combate nocturno. Las horas pasan lentamente
en el puente de mando del Indomitable, Somerville pasó toda la jornada
deambulando de un sitio a otro sin apartar la vista del horizonte, el miedo a
que los cruceros de batalla japoneses se le escapasen se acrecentaba a cada
noticia que transmitían los aviones de reconocimiento. A las 13:10 horas todos
han regresado, Boyd informa a su superior de la confirmación que esperaba, no
hay rastro de portaaviones japoneses y los corsarios se encuentran aún dentro
del radio de acción de los "Albacore". Cuarenta minutos más
tarde la primera oleada británica está en el aire, 10 "Fulmar"
y 12 "Albacore" del Indomitable se reúnen con 10 "Albacore"
del Illustrious dirigiéndose a la última posición conocida de los
buques japoneses.
La formación aérea es detectada por los telémetros mejorados Zeeis del Hizen a
las 17:30 horas, Ooishi informa del contacto al Atago y ordena aumentar
la velocidad al máximo para alejarse de los atacantes. A las 18:10 horas, los 22 "Albacore" se lanzan por ambas bandas
tomando como objetivo a los cuatro navíos que encabezan la formación (Wakaba,
Harima, Hizen, Ayanami), los "Fulmar"
intervienen para distraer a las baterías antiaéreas, el Nenohi y el Hida
cierran la formación algo distanciados al ser erróneamente identificados como
dos buques de aprovisionamiento no serán molestados, error que resultará crucial
en el transcurso del ataque al poder dedicar todas sus baterías antiaéreas
para defender a sus hermanos. Cuatro "Albacore" son derribados
antes de poder alcanzar la distancia de lanzamiento y dos más caen en llamas
justo después de haber soltado su torpedo y dos "Fulmar" se
zambullen en el agua al efectuar un ametrallamiento contra el Hizen. El Wakaba
se salva por los pelos de un torpedeamiento doble, pero el Harima encaja
uno en la amura de babor, afortunadamente para Ooishi la cabeza explosiva falla
y la deflagración tan sólo araña la pintura del casco. Los pilotos
británicos comienzan a maldecir su suerte cuando una triple columna de agua se
alza en la popa del Hizen, son las 18:37 horas y uno de los cruceros de
batalla japoneses detiene su carrera en seco, los atacantes se reagrupan y
regresan informando a Somerville: "Un crucero tipo Nagara y dos
acorazados tipo Kongo alcanzados, uno de los acorazados al garete".
Pero la triste realidad, para la Eastern Fleet, es que el ataque ha sido un
completo fracaso. Tres torpedos convergieron contra el Hizen, a 35 nudos
en esos momentos con toda la caña a babor, la gran turbulencia producida por la
amplia estela detonó las cabezas de los torpedos pero no causó daño alguno en
el coloso japonés. Aquellos eran los últimos cetáceos lanzados, el
vicealmirante Takasu Ariga se dio perfectamente cuenta de ello y ordenó de
inmediato reducir la velocidad a 18 nudos lo que confundió a los pilotos
británicos, que dieron por herido de muerte a uno de sus blancos.
A las 20:00 horas los últimos "Albacore" tomaban cubierta en
el Indomitable y Somerville se prepara para la acción del día siguiente
sin ocultar su preocupación ante el elevado número de bajas, un 25%, que han
sufrido sus aviones ante la eficaz defensa antiaérea de los japoneses. Pero la
seguridad de que dos de los "Kongo" han sido alcanzados y que
apenas pueden navegar a más de 12 nudos sumado a la seguridad de que no hay portaaviones japoneses
en la zona acaban por tranquilizarlo al pensar que no podrán resistir un ataque
conjunto de sus pilotos y los acorazados del contralmirante Syfret.
-Mañana será un gran día- Vaticinó antes de retirarse a conferenciar con su
estado mayor. Y no se equivocó, sólo que no lo sería para la Royal Navy.
La realidad
era otra para los cruceros de batalla japoneses, más grave si cabe, las reservas de combustible habían caído
alarmantemente y si no repostaban urgentemente se encontrarían en una
situación muy delicada al despuntar el alba. Mientras tanto el Atago y
el Owari arrumbaban hacia Somerville desde el oeste, Ooishi no contactó
con ellos ya que el silencio radiofónico era crucial en aquellos momentos, pero
daba por sentado que los informes previos al ataque británico y la escucha
habrían situado correctamente la situación. A las 23:10 horas alcanza al grupo
de petroleros y sin dudarlo un instante ordena el encendido de los reflectores e
iniciar de inmediato el relleno de combustible. Fue una larga noche llena de
tensión para los japoneses, oteando inútilmente en la oscura lejanía
intentando vislumbrar un inexistente submarino británico. A las 04:10 horas se
suspendió el relleno, el Harima no había alcanzado ni el
53% pero Ooishi no quiso tentar a la suerte y decidió dejar atrás en cuanto
antes a los petroleros ante la posibilidad de un enfrentamiento con los
acorazados británicos al amanecer. No sabía donde se encontraban pero supuso,
acertadamente, que su contraparte británico los habría lanzado contra él en
el momento justo de haber sido detectado por los aviones de reconocimiento y los
mas probable era que antes del amanecer se iniciase la batalla.
8 de junio de 1942, 06:30
horas.
El hidroavión del crucero ligero Minase hace más de una hora que
sobrevuela el océano en un arco de exploración que abarca 90 millas por
delante de la 1ª División de acorazados de asalto. La bruma matinal es más
espesa de lo habitual y dificulta la observación, la blanquecina monotonía
comienza a exasperar a la tripulación que mantiene un sepulcral silencio roto
finalmente por un alarido del piloto al divisar en la
lejanía lo que identifica como un par de estelas, durante diez interminables
minutos discute con su navegante sobre la autenticidad del avistamiento, súbitamente
cinco penachos de humo rompen las nubes bajas y ya no hay discusión posible. En
el puente del Atago y en el del Harima se recibe el siguiente
mensaje: "Dos acorazados y tres cruceros británicos a 80 millas al
noroeste del Wakaba". Mas o menos al mismo tiempo Somerville lanza
su primer ataque aéreo del día, 6 "Fulmar" y 16 "Albacore"
del Indomitable y 6 "Martlet" y 10 "Albacore"
del Illustrious, aún no sabe exactamente en donde se encuentran los cruceros de batalla
japoneses, pero confía plenamente en los aparatos de reconocimiento salidos con
anterioridad. La 6ª Koku sentai hace lo propio a las 06:55 horas, 16 "Reisen",
16 "Val" y 20 "Kate" al mando del capitán
Komura Yasumasa se dirigen hacia el grupo de portaaviones británicos
que a las 06:00 horas ya habían sido localizados por un "Kate"
del Owari. El aparato japonés jugó al escondite entre las nubes y no
fue detectado por los serviolas británicos... ni por los radaristas, que si
bien apreciaron en diversas ocasiones un extraño eco incomprensiblemente lo
desestimaron al tomarlo por uno de los "Sea Hurricane" de la
cap. Error que acarrearía trágicas consecuencias para Somerville.
En el puente del Hizen Ooishi y su estado mayor estudiaron
las cartas de navegación para hacerse cargo de la situación, si aumentaban la
velocidad al máximo cerrando distancias sobre los acorazados británicos antes
de las 09:00 horas se encontrarían a distancia de tiro. Entonces invertirían
el rumbo para alejarlos lo máximo posible de los portaaviones de Somerville y
dejarlos sin cobertura aérea, siempre y cuando el contralmirante Fuwa no los
neutralizase antes. A las 07:21 horas Ooishi comunicó su decisión al
vicealmirante Takasu Ariga, dándole total libertad de acción para dirigir la
batalla. Takasu ordenó una formación de doble cuña, la primera con el Wakaba
en cabeza, el Nenohi a estribor y el Ayanami a babor, 200
metros por la popa el Harima en cabeza con el Hizen a estribor y
el Hida a babor. Al invertir el rumbo los destructores cerrarían la
formación en línea de fila, para presentar menos blanco a los cañones
británicos y lanzarse al contraataque en caso de que fuera necesario.
El Hida había acabado de tomar su posición cuando los radio telémetros
detectaron la proximidad de un solitario contacto aéreo a unas ocho millas de
distancia. El resto no tardaría en llegar, la batalla iba a dar comienzo.
08:12 horas, la oleada
británica es detectada visualmente por los serviolas japoneses pero a
diferencia de la jornada anterior no podrán efectuar el ataque tan impunemente.
8 "Reisen", 4 del Atago y 4 del Owari al mando
del Teniente
Kawabata Soboru que habían despegado a las 07:15 horas, aparecen en
escena cuando los torpederos británicos aún no se han dividido para el ataque.
Los cazas británicos se habían avanzado para atraer el fuego antiaéreo y para
cuando quisieron intervenir 9 "Albacore" habían sido
derribados y 4 más lanzaron prematuramente su torpedo para zafarse de los cazas
nipones. Kawabata se enfrentó en solitario con los "Fulmar" y
en una rápida pasada abatió a dos de ellos antes de ser alcanzado en el motor,
lejos de abandonar y protegido por dos de sus pilotos consiguió atraer la
atención de todos los cazas británicos que inútilmente intentaron rematarlo.
Con el hombro derecho ensangrentado Kawabata consiguió derribar un "Martlet"
y ahuyentar a dos más que se pegaron a su cola. Mientras tanto los "Albacore"
fueron sistemáticamente diezmados por los cinco "Reisen"
restantes. Sólo siete consiguieron alcanzar con poca fortuna la distancia de
lanzamiento y dos fueron abatidos por el fuego antiaéreo cuando intentaban
abandonar la zona. A las 08:30 horas la acción había finalizado, los japoneses
habían perdido un "Reisen" y dos tenían serias averías,
uno de ellos el de Kawabata, sólo la buena fortuna permitió que ambos
regresaran a sus portaaviones, aunque Kawabata ya no pudo participar más en la
batalla al encontrarse gravemente herido. Los británicos habían pagado un alto
precio, sólo regresaron siete "Albacore", tres de ellos
inutilizables, dos "Fulmar" y tres "Martlet".
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8 de junio de 1942, el
Illustrious encajando dos torpedos |
Somerville no daba crédito a
los informes que se recibieron en el puente del Indomitable a las 08:40
horas, ¡su primera oleada había sido barrida por cazas embarcados japoneses!.
Lo peor era que la segunda, compuesta por 4 "Fulmar" y 10 "Albacore"
se encontraba a mitad de camino y corría el riesgo de sufrir un descalabro
similar, estaba dudando en suspender momentáneamente el ataque cuando recibió
una nueva mala noticia, el radar del Dido había detectado una formación
aérea de unos cuarenta aparatos a unas veinte millas al sur de su buque
insignia. Seis minutos más tarde Contralmirante Syfret comunicaba el
avistamiento de la fuerza de acorazados japoneses, Somerville se encontraba en
una situación muy comprometida pero ya no había vuelta atrás, ordenó a su
segunda oleada continuar el ataque y se preparó para recibir el enjambre que se
le venia encima.
En aquellos momentos se encontraban en el aire seis "Sea Hurricane"
que se dirigieron como una flecha hacia el contacto señalado por el Dido,
el Indomitable aproó al viento lanzando los dos "Fulmar"
que le quedaban y el Illustrious hizo lo propio con cinco "Marlet"
que se encontraban repostando en cubierta. Los trece cazas británicos no fueron
un problema insalvable para los 16 "Reisen" de Komura, cinco de estos
fueron abatidos, pero la totalidad de la cap quedó desmantelada al perderse los
seis "Sea Hurricane", dos "Marlet" y un "Fulmar",
los cuatro restantes consiguieron abatir a tres "Kate" y a
un "Val", pero todos ellos una vez que habían efectuado su
ataque. Por contra los pilotos nipones consiguieron colocar tres bombas y tres
torpedos en el Illustrious y un torpedo y una bomba en el
Indomitable. En menos de doce minutos el ataque había
finalizado, las pérdidas totales de Komura fueron elevadas, 7 "Reisen",
6 "Val" y 10 "Kate", pero consiguió neutralizar a los
portaaviones de la Eastern Fleet, en menos de veinte minutos llegarían los
integrantes de la segunda oleada, 8 "Reisen" y 12 "Val"
al mando del capitán Yoshida.
El Indomitable consiguió parchear la cubierta de vuelo en un tiempo
record, el torpedo no causó daños de consideración y la velocidad del
portaaviones sólo descendió dos nudos, por contra en el Illustrious se
habían declarado varios incendios y era incapaz de hacer operar a sus aviones,
inclinado cuatro grados hacia el costado de estribor a causa del agua embarcada
apenas podía mantener los 16 nudos. El Indomitable acababa de
recoger a los supervivientes de la primera oleada de ataque y Somerville,
consciente del peligro, había ordenado virar al oeste para alejarse de los in detectados
portaaviones japoneses cuando Yoshida picó desde las alturas. El radar del Dido
había detectado a los atacantes minutos antes, los cinco cazas de la cap
ganaron altura con rapidez pero nada pudieron hacer, los "Reisen"
se abalanzaron sobre ellos derribando a dos antes de que pudiesen abrir fuego contra los "Val". Yoshida efectuó un picado
impecable, su bomba desintegró a los aviones estacionados en cubierta
desencajando el ascensor de proa que quedó inutilizable. Tres bombas le
siguieron, una de ellas impactó lateralmente en la obra muerta atravesó dos
cubiertas antes de detonar y provocar una enorme vía de agua. Las restantes no
consiguieron perforar la cubierta blindada del portaaviones pero acabaron por
desmantelarla, Somerville fue
alcanzado por una esquirla y se vio obligado a abandonar momentáneamente el
puesto de mando. El Illustrious volvió a tener menos suerte, una
bomba alcanzó de lleno el puente de mando matando al capitán y a todos los que
se encontraban allí, otra perforó la blindada cubierta de vuelo detonando en
el hangar principal provocando un gran incendio, la tercera desintegró dos
piezas antiaéreas de 114 mm de popa y la cuarta explotó ante la proa
provocando nuevas vías de agua y un hocicamiento de doce grados. Yoshida
regresó exultante, sólo había perdido un "Reisen" y
2 "Val", los portaaviones británicos aún seguían a flote,
pero no conseguirían escapar a un tercer ataque. Comunicó el éxito de su
ataque al Atago solicitando una nueva oleada con todos los aviones
disponibles para aniquilar definitivamente a la Eastern Fleet. Pero el Contralmirante
Fuwa Kiyoshi tenía otros problemas en esos momentos, Ooishi le había
pedido apoyo aéreo y el grupo de reserva, destinado inicialmente a un tercer
ataque contra los portaaviones británicos, al mando del teniente Fukudome
compuesto por 11 "Kate" y 4 "Reisen" habían
sido enviados en su ayuda. Primero tendría que recoger a los aparatos
sobrevivientes de la primera oleada y prepararlos para el nuevo ataque, si
conseguía hacerlo antes de que la segunda oleada regresase sedienta de
combustible en menos de dos horas estaría en condiciones de lanzar el golpe
definitivo, si el rearme se retrasaba antes tendría que recoger los aparatos de
Yoshida. Y en ese caso las probabilidades de que Somerville rompiese el contacto
serían demasiado elevadas para los japoneses.
Pero dejemos por el momento a
la 6ª koku sentai y veamos que había pasado con Ooishi y Syfret.
La agrupación de acorazados británica navegaba en doble línea de combate
desde primeras horas de la mañana, con el crucero ligero Enterprise
en
vanguardia y los cuatro destructores en semicírculo tras él. A las 08:20 horas
se recibieron las confusas trasmisiones de los pilotos que atacaban a la
formación japonesa, diez minutos más tarde el radar del Enterprise
detectó la presencia de los buques de superficie enemigos. Syfret ordenó
arrumbar una cuarta al este para colocarse a estribor de la formación nipona
con el Sol a su espalda, de esa forma retrasaba el contacto balístico unos
veinte minutos pero le garantizaba una ventaja táctica sobre sus oponentes, los
artilleros japoneses quedarían deslumbrados por el astro rey.
Lo que desconocía Syfret era la existencia de los radio telémetros Zeeis, de
inferior calidad que los radares británicos pero más efectivos de lo que
esperaban encontrase los marinos británicos.
La doble cuña de Takasu Ariga detectó a los acorazados de Syfret minutos
después de repeler el ataque aéreo de la Eastren Fleet. Ooishi esperó
pacientemente la reacción de su subordinado, cuando recibió la comunicación
del Harima mostró una contenida relajación pero su jefe de estado
mayor, el contralmirante Shugahara, vio un destello de ímpetu incipiente que no
le dejaban duda alguna de la lucha interna que estaba soportando:
-Hubiese dado su mano derecha por ser Takasu Arima en esos momentos -dijo al
final de la guerra.
La formación nipona viró al 20 grados al este disminuyendo la velocidad a
veinte nudos, adivinando las intenciones de Syfret dirigió su estela hacia la
posición en donde éste les esperaba, a su vez ordenó no abrir el fuego hasta
el momento de invertir el rumbo. A las 09:20 horas la distancia entre ambas
agrupaciones se había reducido a unos 15.000 metros y los primeros proyectiles
británicos cortaron el aire. Cayeron cortos a unos 800 metros por la proa de
los destructores, las dos siguientes salvas se acercaron peligrosamente y antes
de que la tercera rompiera el agua los seis buques viraron en redondo iniciando
su fingida retirada. Entonces hablaron las 18 torres popeles de los Hizen,
que ahorquillaron al Enterprise desde la primera salva.
Abordo del crucero británico el teniente de navío James Murray observaba las
seis negras siluetas de los acorazados japoneses intentando identificarlos,
inicialmente notificó con reservas que uno de ellos era el Hiei, pero al
observar el fogonazo de la primera salva las dudas se disiparon y comunicó al
puente.
-Tres cruceros de batalla tipo Hizen abren fuego contra la flota.
Los altos géiseres que rodearon al Enterprise no dejaron duda al
respecto, dos proyectiles de 406 mm
destrozaron el puente de mando y el mástil de proa dejando sin comunicaciones
al buque, durante seis largos minutos el crucero mantuvo el rumbo hasta que tres
proyectiles más, uno en la popa y dos en la línea de flotación provocaron dos
enormes vías de agua y la pérdida de potencia de la planta motriz, lentamente
escoró a babor y antes de que fuera rebasado por Syfret tubo de ser abandonado por la tripulación.
Pero los
destructores japoneses también sufrieron la furia de los colosos y el Ayanami
fue alcanzado por un proyectil de 381 mm del Warspite que le arrancó de
cuajo la torre proel provocándole un gran incendio, pero su planta motriz
quedó intacta y pudo mantener la formación mientras la dotación luchaba
contra las llamas. Poco a poco el tiro británico comenzaba a ser demasiado
efectivo para los japoneses. Justo en ese momento apareció la segunda oleada de la Eastern
Fleet.
Sin cobertura aérea en aquellos momentos la ventaja pasaba al bando británico,
colocando a Takasu en una situación comprometida. Una salva del Revenge
rozó el mástil del Harima detonando a unos 50 metros del navío, la
metralla hirió a los servidores de la pieza de 127 mm del puente dejándola momentáneamente
fuera de servicio. Aquello era demasiado para Takasu, ordenó a todas las
unidades avante al máximo para romper el contacto balístico y volver a la
formación de doble cuña para afrontar la embestida de los torpederos. En el
puente del Hizen Ooishi comprendió que su táctica había sido demasiado
arriesgada y confiada a la vez, con un mero golpe de mala suerte sus tres buques
capitales podían ser destruidos y lanzó un urgente mensaje solicitando un
ataque aéreo por parte de la 6ª koku sentai. El contralmirante Fuwa había
lanzado al aire los 11 "Kate" y 4 "Reisen" al
mando del teniente Fukudome con rumbo norte sin dejar muy claro cual sería su
objetivo, al recibir el mensaje de Ooishi ordenó a la formación virar al este
y atacar los acorazados británicos. La previsión de Fuwa fue una apuesta
arriesgada que funcionó ya que entrarían en escena mucho antes de lo que
Ooishi tenía previsto. Aún así aquellos escasos treinta minutos serían los
mas tensos de la vida de Ooishi Mitsutaka.
Mientras tanto si el
contralmirante Syfret albergaba alguna duda sobre el enemigo al que se estaba
enfrentando, al observar como aumentaba distancia con tanta facilidad se esfumó
de igual modo: se trataba de los tres "H" del controvertido almirante
Ooishi.
Lanzados a más de 34 nudos de velocidad los "H" viraron a poniente
aproando hacia los "Albacore", divididos en tres grupos (4-3-3),
abriendo un intenso fuego antiaéreo, el primero de los grupos se lanzó contra
el buque de cabeza, el Hida en esos momentos, sin perder ni un solo
aparato consiguen lo que temía Ooishi, alcanzan al coloso con un torpedo y su
velocidad cae al instante a los 14 nudos. La euforia acompaña a los dos grupos
restantes, el Hizen se salva por muy poco y el Harima encaja un
torpedo que afortunadamente no detona. Tres "Albacore" son
derribados, el resto emprende al regreso sin saber que sus portaaviones ya están
sentenciados.
A las 10:12 horas Takasu tomó una de las decisiones más controvertidas de la
contienda, previamente la había consultado con su estado mayor y el comandante
de su buque insignia, el capitán Sakuma Hideo, y todos coincidieron con su
determinación. Ordenó al resto de la agrupación continuar el rumbo a la misma
velocidad que el Hida, dando el mando a Ooishi "ordenándole"
proteger al hermano herido a toda costa. El Harima aumentó la velocidad,
"revienten las calderas" ordenó Sakuma, superando con creces los 35
nudos alcanzados en pruebas, escorando violentamente al virar en redondo al
aproar contra los acorazados de Syfret. No lo hizo frontalmente, efectuó un
amplio arco para descentrarse paulatinamente del reabierto tiro británico, tiro
que se concentró plenamente sobre sus dos hermanos. Inexplicablemente la
aproximación fue ignorada durante demasiado tiempo, quizás la intención
británica era asegurar que los otros dos "H" redujesen aún más su
velocidad para evitar una posible fuga. O simplemente que la posibilidad de una
pronta victoria nublase el raciocinio de toda la agrupación de Syfret. Nunca lo
sabremos.
Lo cierto era que el Hida comenzó a ser alcanzado repetidamente y el Hizen
fue arañado por no menos de seis proyectiles que no alcanzaron por muy poco, el
Nenohi corrió peor suerte y se hundió al ser desfondado por una salva
conjunta del Royal Sovereig y del Resolution. Este último fue a
su vez alcanzado por el Hizen, pero la cintura acorazada resistió y los
daños fueron mínimos. El Hida estaba herido de muerte, el
Ayanami aún
no había dominado el incendio que lo devoraba y el Nenohi se
había hundido, realmente parecía que Syfret estaba a punto de alcanzar una
sonada victoria. Justo entonces la segunda salva al completo del Harima
alcanzó al Warspite, las torres proeles estaban a punto de abrir fuego
cuando dos proyectiles de 406 mm perforaron el blindaje, la deflagración
partió el casco en dos y en menos de tres minutos fue engullido por el Índico.
Sólo se salvaron cuarenta miembros de la tripulación, Syfret no estaba entre
ellos.
Los tres acorazados reaccionaron al instante virando contra el nuevo objetivo,
el fuego conjunto resultó mortal para Takasu y mostró cuan endeble era el
blindaje de los cruceros de batalla. No menos de siete proyectiles de 381 mm
barrieron la cubierta destrozando la obra muerta e inutilizando tres de sus
torres principales y la misma historia ocurrida en el Hood se repitió.
Una columna de fuego se alzó vertiginosamente, después una gran bola de humo y
más tarde la nada, no hubo supervivientes, la balanza volvía al bando
británico.
El contralmirante W.L. Vermon, en el Revenge, tomó el mando y antes de
volver a la carga se tomó su tiempo para estudiar la situación para no tener
más sorpresas desagradables. Ooishi intentaba a su vez reorganizar su mermada
1ª División de acorazados de asalto cuando recibió una agradable noticia. El
apoyo aéreo acababa de llegar y decidió que el sacrificio de Takasu no sería
en balde, ordenó una comunicación directa con el comandante del grupo aéreo
para intentar una coordinación que le llevase directamente a la victoria... y
la consiguió.
El Hida aún contaba con
una torre plenamente operativa y había conseguido extinguir todos los
incendios, Ooishi le ordenó virar y dirigirse nuevamente contra los acorazados
británicos concentrando el fuego contra el buque de cabeza, el Ayanami
continuaría alejándose del combate mientras que el Hizen y el Wakaba
repetirían la maniobra del Harima pero desde la banda contraria.
Ahora era Vermon el que estaba en una situación comprometida y los "Kate"
no tardaron en darle la razón. El Resolution fue alcanzado por dos
torpedos y su velocidad descendió hasta los cinco nudos, el Revenge
consiguió eludir tres torpedos pero cuando metía toda la caña a estribor fue
alcanzado por dos proyectiles tras la chimenea iniciándose un gran incendio que devoró
la proa dejando fuera de combate las dos torres popeles. El Royal
Sovereig fue el menos afortunado, objetivo del chutai de Fukudome
encajó tres torpedos y en menos de cinco minutos la quilla quedó al aire
llevándose con sigo a la mitad de su tripulación.
El turno de Ooishi había llegado y no lo dejó perder. Mientras el Revenge
era hostigado por el esporádico fuego del Hida concentró toda su artillera
principal contra el Resolution. Casi inmovilizado, sin poder virar para
descentrarse fue alcanzado por no menos de treinta proyectiles de 406 mm que lo
desmantelaron dejándolo convertido en un amasijo de acero incandescente en
menos de diez minutos, pero se mantuvo a flote y aún tardaría más de cuatro
horas en irse a pique. Ahora Vermon se encontraba ante un grave dilema, aún
contaba con cuatro destructores intactos y numéricamente era superior a la
fuerza japonesa, pero todos sus buques podían ser cañoneados impunemente por
el "H" que aún seguía intacto y ser destruidos uno a uno, por si
fuera poco el tiro del crucero de batalla al que se enfrentaba (el Hida)
era demasiado preciso a pesar de estar mortalmente herido. Tres acorazados
perdidos eran demasiados para la Royal Navy, había que romper el contacto en
cuanto antes pero no quería dejar al moribundo a flote, ordenó a dos de sus
destructores efectuar un ataque con torpedos contra el Hizen para
conseguir romper el contacto y a los dos restantes rematar al Hida, que
finalmente había sido reconocido.
El comandante del Ayanami había desobedecido las órdenes de Ooishi,
permaneciendo junto al Hida en todo momento, al iniciarse el ataque de
los destructores británicos ordenó un contraataque más simbólico que eficaz,
la torre proel había desaparecido y sólo quedaba operativo uno de los cañones
popeles y a doce nudos de velocidad no llegaría a lanzar sus torpedos a tiempo.
Pero su presencia bastó para aturdir a los destructores británicos, uno de los
cuales fue alcanzado por dos proyectiles de 140 mm de Hida al virar para
lanzar los torpedos errando en el lanzamiento, y por uno de 406 mm que le
destrozó el mástil cuando iniciaba la retirada sobre el Revenge. El
otro casi consigue su propósito, los cuatro escualos lanzados se dirigían
contra su objetivo que a duras penas intentaba virar para esquivarlos, el Ayanami
se interpuso en su trayectoria en el último momento y una gran explosión
lo partió en dos sin dejar ni un superviviente. Tanto Ooishi, que acababa de
esquivar ocho torpedos lanzados contra el Hizen, como Vermon creyeron que
el Hida había sido hundido y tanto uno como el otro se prepararon para
una larga lucha en solitario.
Durante tres largas horas jugaron al gato y al ratón, el Revenge encajó
aproximadamente una decena de proyectiles de 406 mm y unos seis de 140 mm, el Hizen
sólo tres de 381 mm uno de los cuales reventó el pañol de estribor de la
batería secundaria y sólo la buena suerte impidió que la suerte del Harima
se repitiese. A las 11:23 horas la batalla llegó a su fin, las reservas de
combustible en el crucero de batalla japonés estaban bajo mínimos y la
prudencia obligaba a replegarse si no quería quedar al garete, con rabia mal
disimulada Ooishi ordenó virar en redondo y reunirse con el Wakaba que se había
quedado atrás en busca de posibles supervivientes del Harima. Vermon no intentó ir tras
él, el Revenge había aguantado muy bien el envite, pero tenía varios
incendios por dominar, dos torres fuera de combate y varias vías de agua que
amenazaban su estabilidad, sus destructores estaban sin torpedos y todos habían
sido alcanzados en mayor o menor grado. Arrumbó al norte a veinte nudos y
cuando el radar perdió el contacto volvió a virar al este para reunirse con
Somerville.
Ooishi se encontraba enojado y silencioso en el puente de mando revisando
mentalmente el resultado de la batalla. Los británicos habían perdido tres
acorazados y un crucero ligero, pero él había pagado un alto precio, dos de
sus queridos buques y un destructor. Una victoria que le había salido demasiado
cara. A las 13:10 horas se reunió con el Wakaba, a la velocidad
económica de 14 nudos arrumbó hacia el punto de encuentro con los petroleros.
Al encontrarse con el castigado Hida, mudo al perder la estación de
radio en el combate, lanzó un alarido de jubilo que recordó Shugahara Akifumi
en sus memorias como "el de un niño americano al abrir los regalos de
navidad". La victoria había sido dura, pero no tan catastrófica como él
había imaginado.
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8 de junio de 1942, el Indomitable al garete y envuelto en llamas bajo el ataque de los "Val" de Yoshida. |
Aproximadamente sobre esa misma
hora la tercera oleada lanzada por Fuwa contra los portaaviones de Somerville
alcanzaban su objetivo. Los problemas de rearme y relleno de combustible se
habían eternizado por diversos problemas y hasta las 12:20 horas no había
estado en condiciones de lanzarla al aire la tercera oleada, la quinta real del
día, compuesta por 8 "Reisen", 14 "Val" y 6 "Kate"
al mando de Yoshida.
No le costó mucho encontrarlos, la alta humareda que desprendía el Illustrious
se alzaba bajo el horizonte señalando la situación de la flota como si de un
faro se tratase. La ausencia de cobertura aérea fue otra agradable sorpresa
(ambos portaaviones tenían inutilizable la cubierta de vuelo) y Yoshida se
tomó su tiempo antes de ordenar el ataque. Reservó a los "Kate"
para rematar a los portaaviones en el último momento y dividió a los
bombarderos en picados entre los dos portaaviones, separados dos millas con su
correspondiente escolta rodeándolos en un amplio círculo. Tras tener clara la
situación decidió atacar primero al último de ellos, el más lento.
El Illustrious navegaba a diez nudos muy escorado sobre la banda de
babor escoltado de cerca por el Emerald y tres destructores, incapaz de
maniobrar no pudo
esquivar ninguna de las bombas lanzadas contra él. Dos bombas perforaron la
obra muerta del costado de estribor atravesando varias cubiertas y alcanzando la
sala de máquinas. Las cinco restantes destrozaron el puente y la chimenea que se desplomó sobre la cubierta de vuelo
convertida en una amasijo incandescente. Los incendios se multiplicaron,
haciendo prácticamente inútil cualquier intento de salvación. El pañol de
torpedos de popa explotó reventando el casco y arqueando ostensiblemente la
cubierta de vuelo. La escora aumentó imparablemente y ante el inminente
hundimiento se dio la orden e abandonar el buque. Dos "Val"
habían sido abatidos por las baterías de Emerald cuando ya habían
lanzado sus bombas y los cinco restantes cerraron formación a gran altura para
seguir a Yoshida en su ataque contra el último portaaviones británico, con
ello consiguieron atraer parte del fuego antiaéreo y facilitar el ataque de sus
camaradas.
El Dido y el Morabious abrieron un intenso fuego antiaéreo, pero
como venía sucediendo en el resto de la jornada no fue suficiente. Yoshida
picó el primero con su chutai, desde la izquierda, y el teniente Nomori le
siguió con el suyo desde la derecha. Como en un ejercicio los seis "Kate"
atacaron por ambas bandas al mismo tiempo. Somerville observó desde el puente
de mando el ataque y mirando apesumbradamente al contralmirante Boyd murmuró.
-Se acabó por hoy, hagamos las maletas y regresemos a casa.
Puntualizando sus palabras llegó la bomba de Yoshida que impactó de
lleno en la cubierta de vuelo, las dos restantes fallaron por muy poco pero las
esquirlas perforaron el timón dejándolo agarrotado cuando había iniciado un
viraje hacia babor. La de Nomori arrancó el radar antes de pecipitarse sobre la
chimenea y las dos restantes atravesaron la castigada cubierta blindada
deteniendo su carrera a la altura de la línea de flotación. Pero el castigo no
había finalizado, tres torpedos le alcanzaron simultáneamente sobre la banda
de estribor y uno más en la de estribor. Aquello era demasiado para el Indomitable,
al igual que su hermano quedó sin energía y al garete con un gran incendio
devorando la popa. La dca se cobró su tributo, el Dido abatió a los
tres aparatos del chutai de Nomori y el Morabius hizo lo propio con tres "Kate",
pero pago caro su triunfo.
La tercera de sus víctimas volaba a ras de las olas cerrando el chutai que
atacaba por el costado de estribor, el comandante lanzó el torpedo y giró
hacia la popa para abandonar el área cuando fue volatizado por un impacto
directo de las baterías de 133 mm del Morabious, el segundo no llegó a
lanzar su torpedo acorriendo la misma suerte, el aparato que cerraba la
formación viró para descentrarse siendo alcanzado por una esquirla en el
timón que mató al artillero. El piloto observó el impacto de los cuatro
torpedos sobre el portaaviones y decidió vengar a sus compañeros lanzándose
como una saeta envenenada contra el crucero, los "Val" que
habían atacado al Illustrious efectuaron un falso picado para
desorientar a los artilleros ayudando al solitario "Kate" en su
desesperada carga. Apuró al máximo la aproximación lanzando el torpedo a
menos de 800 metros, un proyectil de 133 mm le arrancó el ala de estribor y el
aparato salió rebotado dando tumbos empotrándose contra las baterías de proa en
medio de una oleada de fuego y destrucción. Al mismo tiempo el torpedo impacta
en el centro del casco produciéndose una gran explosión que prácticamente
parte en dos al crucero, la inundación es incontrolable y el Morabious
se hunde llevándose con sigo a ochenta miembros de la tripulación.
La formación nipona sobrevuela durante más de diez minutos los restos de la
Eastern Fleet, a las 13:45 horas el Illustrious se hunde y Yoshida lanza un
triunfal mensaje:
-Un portaaviones tipo Invencible hundido, otro parado y envuelto en
llamas está siendo abandonado, un crucero tipo Dido hundido. Cinco "Val"
y tres "Kate" perdidos.
Yoshida inició el regreso sabiendo que habían obtenido una gran victoria.
Ahora sí que era el momento de regresar a casa.
A las 14:17 horas Somerville fue recogido por el Dido, las noticias
recibidas por el escuadrón de Syfret eran tan pesimistas que no dejaban lugar a
dudas de la enorme derrota que había sufrido, dos portaaviones, tres acorazados
y dos cruceros eran demasiado incluso para la Royal Navy. El océano Índico
definitivamente sólo tenía un dueño: Japón.
15:20
horas, un "Val" detiene el motor en la cubierta de vuelo del Atago,
el contralmirante Fuwa recibe personalmente al piloto en medio de un
ensordecedor banzai, Yoshida agradece el gesto con una reverencia pero incluso
en esos momentos de euforia colectiva prevalece en él la obligación del
trabajo bien hecho. No ha visto hundirse al segundo portaaviones, lo había
dejado herido de muerte pero no podía pasarse por alto que los británicos podían
remolcarlo. Insistió a Fuwa de la necesidad de realizar un último ataque,
inicialmente se negó, las pérdidas habían sido muy elevadas, más del
cincuenta por ciento de los efectivos aéreos iniciales, los pilotos estaban
extenuados y todos los aparatos necesitaban ser inspeccionados detenidamente
antes de volver al ataque. Yoshida no cejó en su petición, había visto sobre
la cubierta del Owari un grupo de
aviones dispuestos para el lanzamiento.
El capitán del Atago, Nakasugi Shigeo, estaba de
acuerdo con Yoshida, había que asegurar la pieza a toda costa. Fuwa finalmente
accedió y siete “Kate” del Owari
despegaron a las 16:10 horas. Estos aparatos habían sido preparados
inicialmente para dar caza al Revenge,
Ooishi quería a toda costa que el último acorazado británico no escapase,
pero sus últimas ordenes recibidas dejaban bien claro que el principal objetivo
de Fuwa seguía siendo la agrupación de portaaviones británica.
Hacia las 17:20 horas alcanzaron al Indomitable, los intentos por salvar al portaaviones comenzaban a
dar sus frutos, las máquinas podían dar seis nudos de velocidad y los
incendios prácticamente estaban extinguidos. Escoltado por un destructor se
esperaba con impaciencia la noche para tomarlo a remolque. Yoshida no se había
equivocado, si no se hubiese lanzado aquel ataque con toda seguridad que el Indomitable
hubiese escapado y en pocos meses estaría reparado y en condiciones devolver al
ataque.
Seis torpedos más acabaron por desfondar al portaaviones, los equipos de
salvamento contaron con el tiempo justo de abandonar el casco, a las 17:46 horas
desapareció bajo la superficie del Índico. Los japoneses no perdieron ningún
aparato, milagrosamente los quipos de salvamento tampoco lamentaron la pérdida
de ningún miembro. A las 18:30 horas el destructor recogía a los
supervivientes abandonando definitivamente la zona de batalla.
A la mañana siguiente Fuwa intentó encontrar al Revenge
sin
exito, el contralmirante W.L. Vermon se había esfumado entre las sombras. A las 11:10
horas Fuwa ordenó aproar al este y dirigirse al encuentro de Ooishi, encuentro
que se produjo a las 16:45 horas. Las reservas de combustible de los petroleros
estaban bajo mínimos, el Owari comenzaba a tener serios problemas con el
aparato motor acrecentando con ello sus problemas de estabilidad y el Hida
se mantenía a flote de milagro. Ooishi no lo dudó una vez que toda la flota
repostó dio la orden : “A toda la flota, rumbo de línea a Singapur”.
Yamamoto
recibió los primeros informes de la aniquilación de la Eastern Fleet el 10 de
junio en el Yamato regresando al Japón tras su victoria en Midway. La
puerta del oeste había quedado sellada, sus planes de asaltar las Hawai en
octubre quedaban ahora más reforzados que nunca.
-Junio será un mes memorable para el Japón -le dijo a su jefe de estado mayor,
el contralmirante Ugaki Matome-, el loco de Ooishi finalmente lo ha conseguido.
Ahora sólo queda una cosa.-añadió con el semblante sonriente- ¿A quien
felicitará primero el Emperador?
1}1ª FLOTA LIGERA DE ASALTO
Vicealmirante
Ooishi Mitsutaka (en el Hizen)
Jefe de estado mayor: Contralmirante
Shugahara Akifumi
6º
KOKU SENTAI
Contralmirante
Fuwa Kiyoshi (en el Atago)
Jefe de estado mayor: Contralmirante
Shugahara Akifumi
Atago Capitán
Nakasugi Shigeo
Owari Capitán
Fukuzawa Toshizo
Unidad aérea Capitán
Yoshida Isamu
Unidad aérea Capitán
Komura Yasumasa
20
Mitsubishi A6M2 Reisen (Zeke) Teniente
Iwabuchi Masayoshi
18
Mitsubishi A6M2 Reisen (Zeke) Teniente
Kawabata Soboru
22
Aichi D3A (Val) Capitán
Yoshida
12
Aichi D3A (Val) Teniente
Shinoda Hiroshi
22
Nakajima B5N (Kate) Teniente
Fukudome Masayuki
18
Nakajima B5N (Kate) Capitán
Komura
1
ª DIVISIÓN DE ACORAZADOS DE ASALTO
Vicealmirante
Takasu Ariga (en el Harima)
Hizen Capitán
Takasuka Tomoo
Hida Capitán
Koya Motoi
Harima Capitán
Sakuma Hideo
23 DIVISION DE CRUCEROS
Contralmirante Owara Juichi (en el Minase)
Minase Cap.
Takasuka Tomoo
Suzuka Cap.
Murayama Shunsaku Otanase Cap.
Kaneda Tadao
GRUPO DE PROTECCIÓN
31
DIVISIÓN DE DESTRUCTORES Capitán
Yanada Isamu
Ooite, Oboro, Nurakumo, Nenohi, Hatakaze, Mityuki, Ayanami, Wakaba
GRUPO
DE APRIVISIONAMIENTO Comandante
Kiyota Hajima
Destructores: Satsuki y Nagatsuki, 5 petroleros
2}EASTERN FLEET
Comandante en Jefe vicealmirante Somerville
GRUPO DE PORTAAVIONES (Contralmirante D.W.
Boyd)
Indomitable ( 9 sea Hurricanes, 14 Fulmar, 26 Albacore).
Illustrious (16 Martlets, 18 Albacore, 8 Swordfish)
GRUPO DE ACORAZADOS
(Contralmirante Syfret)
Warspite Resolution Royal
Sovereig Revenge.
GRUPO DE CRUCEROS
(Contralmirante M. Randall)
Emerald Enterprise Dido
Morabious.
GRUPO DE PROTECCIÓN
(Cap.
C. Monrroe)
9 Destructores.
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Pearl Harbor 1942. Un magnífico relato de José Miguel Fernández Gil. |